A TONO…
Por Ninoshka Salguerovich
Tuxpan, Ver.
El pasado 20 de noviembre se daba a conocer la visita de una delegación ruso-mexicana había visitado nuestro puerto, desde luego que procedí a ponerme a tono, mi nombre es de origen judío, pero Ninas hay en Italia, Rusia, Israel, siendo un nombre común en estos países , en otros lados es diminutivo.
También puse a tono mi apellido Salguero y decidí, extraoficialmente Ninoshkova Salguerovich, por aquello de la presencia en esta, de la delegación rusa.
El objetivo de esta visita fue desde luego el intercambio de tecnología, mediante proyectos estratégicos.
Veracruz es un estado que desde la época prehispánica sostuvo un papel preponderante como granero del Imperio Azteca, hoy ese semillero transformado en juventud que anhela prepararse tiene todas las oportunidades con el interés por parte del ejecutivo estatal, de proporcionar a las universidades tecnológicas los beneficios del conocimiento con la finalidad de coadyuvar proyectos productivos que puedan impulsarse en la entidad veracruzana.
La delegación visitó gran parte del estado de Veracruz e hicieron comentarios sobre nuestro patrimonio cultura específicamente El Día de Muertos, la delegación extranjera estuvo conformada por equipos, uno de ellos se avocado a la geología y orografía del centro del estado.
De igual forma visitaron , la planta termoeléctrica Mitsubishi y el barco oceanográfico Justo Sierra este último referencia obligada y otros lugares de interés turístico y académico.
Este tipo de intercambios fortalece los lazos entre países, México tiene mucho que dar y también mucho que recibir, un leño nunca arde solo y el conocimiento y la tecnología deben compartirse sin egoísmos.
Por otra parte esta delegación me hizo realizar un viaje en el espacio-tiempo por los obsequios de mi papá, que siempre, siempre, tuvo para mi, volúmenes de la literatura clásica de la Rusia, a la salud de la delegación canté Ochichornia que significa Ojos Negros es un tango ruso, saqué mi balalaika ( un instrumento musical) una copita de vodka Oso Negro, me volví ortodoxa, saque mi matrioski, escuché el Concierto No. 1 de Tchaikovski, y desde luego debido a la variedad tan grande de bailes y coreografías por regiones, tampoco sé bailar ni beber como Cosaco, (es más ni bebo) recorrí en mi imaginación las estepas, imaginando quienes en la política serán los lobos esteparios, con su mejor aullido y astucia para poder caminar por las intrincadas veredas de una democracia
Ninoshka Salguerovich
Dobrai Nochi
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