JUAR, JUAR, JUAR.
Hay un montón de gente que, viéndome, juran y perjuran que no, que yo no tengo sentido del humor. La verdad es que, a veces, me paro frente al espejo por las mañanas y le pregunto a la imagen que huraña me mira desde su luna: “¿Y tú qué, qué te traes?”. Como somos uno y el mismo, ignoro la impertinencia y me meto a bañar. ¡Ah! Pero la cosa cambia -y cambia mucho- si de leerme se trata porque, entonces sí, la gente piensa que no, que siempre no, y que el licenciado Villegas es bien botana (huelga decir que de inmediato me siento aceituna… de las negritas… sin relleno de ningún tipo).
Pues fíjense ustedes que no; ni lo uno ni lo otro. Ese ceño fruncido me lo gané a pulso luego de casi 30 años de miopía, así que iba yo por la vida como caballo de carreta -sin voltear a ver a los lados- concentrado en no irme a partir la crisma en el primer poste que se me parara enfrente; claro que tampoco soy una perita en dulce y lo de la chacota es eso, chacota; cotorreo; ganas de verle a la vida el lado amable por más que en ocasiones se empeñe en pelarnos los dientes.
El título de estas líneas se explica porque llevo un día entero riéndome. ¿Por qué? Por el asunto de la elección interna del PAN. Léalo usted:
“El método de selección de candidatos de Acción Nacional (PAN) está diseñado para atender a las condiciones de transparencia, equidad y certidumbre de todos los panistas, no para una persona ni para perjudicar o beneficiar a alguien, señaló Gustavo Madero”.1 Eso dice Gustavo Madero, Presidente de ese Partido.
A lo que un conspicuo panista local replicó (la cita es textual): “Pérez Cuellar afirmó que le sorprendió que Acción Nacional, votara porque sus candidatos fueran elegidos en proceso de designación en 8 de los 9 distritos en Chihuahua, lo cual, calificó de incongruente por parte de su partido, el que siempre defendió sus procesos democráticos.
Afirmó que es lamentable que eligieran el proceso por dedazo y lo llamó como acción de ‘agandalle’ por parte de Carlos Borruel y su grupo, así como señaló: ‘es lamentable que Madero lo apoyara’. […] pero que no buscará la candidatura por el senado si es por designación, donde agregó que esperará a ‘tiempos mejores’”.2
¿Verdad que cae más pronto un hablador que un cojo?
Empeñado en sacar gente del PAN por hablar mal de su oscura y trompuda personita, el ahora ex–aspirante puede, sin sonrojos, llamar “incongruente” a la dirigencia nacional del Partido; decirle “gandalla” a su amigo del alma Carlos Borruel (¿Quién hizo Presidente a Cruz? Carlos; ¿quién hizo candidato a la Gubernatura a Carlos? Cruz; ¿quién ayudó a Cruz a elegir a Mario Vázquez? Carlos; ¿Quiénes se repartieron a gusto el Comité Estatal? Carlos y Cruz);3 decir que el proceso del PAN será “por dedazo”, lo que no es cierto pues es el CEN del PAN el que en uso de sus atribuciones puede hacer ese tipo de designaciones (artículo 43, apartado B, de los Estatutos);4 y acusar al Presidente del Partido, implícitamente, de ser incongruente, compinche de gandallas y cómplice en un “dedazo”.
Para más risa, ahora resulta que el procedimiento es legítimo si me favorece e ilegal (incongruente, agandalle, “dedazo”) si no; mmmm, a ver, ¿dónde he oído eso, dónde lo he oído?, ¡Ah! ¡Ya! “Voto, por voto; casilla, por casilla; voto…”, o algo así era, ¿no?
Es decir, desde el CDE se pudo, con todo el tiempo del mundo -y con todos los recursos habidos y por haber-, promover una candidatura al Senado, se pudo hacerlo desde hace casi dos años, se pudo afiliar a tontas y a locas (me refiero a afiliar a dos manos y no a que las nuevas afiliadas padezcan de sus facultades mentales o sean de cascos ligeros, que conste), se pudo afiliar a cuanto incauto se paró enfrente, se pudo inflar padrones -con decirle ¡que hasta yo aparezco! (Y eso que le entregué mi renuncia en propia mano a Miguel La Torre)-, se pudo ir preparando todo de esa manera para una justa “democrática” y nada de eso atentó contra las normas internas del Partido. ¡Ah! Pero ahora llega el CEN en uso de sus atribuciones, toma una resolución que no les acomoda y ¡zas! A decir de cosas y -con Yuri- a esperar tiempos mejores.
Yo creo que la situación se puede resumir en el siguiente refrán: “El que a hierro mata, a hierro muere”; o en este otro que se le atribuye a mi General Villa: “El que agarra los fierros, a los fierros se atiene”; o quizá en este último: “A puñaladas iguales, llorar es cobardía”. O aquí le dejó las redondillas de sor Juana:
“¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro? […]
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis”.
Yo por mi parte, me limpio el llanto de risa y pongo cara de serio porque ya se sabe que la sonrisa no va en mi rostro. Además, conociéndolos, no dude usted que la beneficiaria del dedazo sea alguna de estas tepocatas. Esperemos que no.
Luis Villegas Montes.
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