NO AL CONDÓN

>Religión.
 

«El Papa no legitima ni la prostitución ni el uso del preservativo»

Religión en libertad

Con sutileza, remitiéndose a la nota episcopal de 2001, plenamente vigente, trató el tema de la prostitución. También afirmó que el uso del preservativo sigue siendo inmoral y que nada ha cambiado en la doctrina. Y previno contra la eutanasia y su efecto de contagio y presión sobre ancianos y enfermos. 
  En la rueda de prensa final tras la asamblea plenaria de obispos de esta semana, La Razón preguntó a Martínez Camino acerca de los anuncios de prostitución en la prensa de papel. El periodista citó a "La Vanguardia, El País, El Mundo y otros periódicos" y a "la Asociación de Editores de Diarios Españoles", la patronal de prensa que se niega a eliminar esos anuncios y planteó si no es muy duro el lenguaje del documento de las Comisiones Episcopales de Migración y Pastoral Social, que habla de que los medios con estos anuncios son "cómplices de este mercado de seres humanos".

Martínez Camino no quiso referirse directamente al tema de los anuncios de prostitución. "La asamblea de los obispos se pronunció ya en 2001 sobre la trata de seres humanos. Por supuesto, con una opinión condenatoria de esta actividad bochornosa", explicó el portavoz episcopal. Recordó todo el trabajo que hacen las asociaciones de la Iglesia por ayudar a las víctimas de "esta actividad inhumana, que ahora cuenta con métodos y medios más eficaces", y pidió que "pueda ser eliminada poco a poco por un consenso moral que se refleje en disposiciones legales".

Sin embargo, al referirse al documento de 2001 [El drama humano y moral del tráfico de mujeres] Martínez Camino dio una clave sobre "el lenguaje duro": si uno acude a ese texto aprobado por los obispos se lee que los medios de comunicación "se convierten", "mediante la publicidad, los anuncios de ofertas sexuales y la pornografía", en "cómplices de este mercado de seres humanos". La acusación de "complicidad en el mercado de seres humanos" de la prensa con anuncios sexuales viene de ese documento.

Seewald, buen libro; pero sin condones

La polémica sobre las palabras del Papa sobre el preservativo se convirtió en una polémica sobre el papel de la Prensa. Según Martínez Camino "en la plenaria los obispos no han hablado de este tema, porque no es novedad para ellos; eso sí, hemos comprado ejemplares del libro para que se lo llevasen a casa".

Martínez Camino afirmó que el libro-entrevista de Seewald al Papa "es un libro precioso". Lo recomendó junto con sus entrevistas anteriores al cardenal Ratzinger ("Sal de la tierra" y "Dios y el mundo"). Son, afirmó, "una excelente introducción a lo que significa ser cristiano hoy".

Explicó que "a quien lo lea con sosiego y tranquilidad le puede pasar como a Seewald, que si no era creyente, se haga creyente" y que sus lectores verán "la compatibilidad de la fe cristiana con la cultura moderna". "Yo no leí el adelanto de L´Osservatore Romano, yo he leído el libro en alemán, que creo que es su idioma original, y nos revela muy de cerca el corazón y la mente del Papa".

El Papa no legitima ni los preservativos ni la prostitución

Respecto al uso del preservativo, por el que los periodistas preguntaron repetidamente, Martínez Camino insistió en que "no hay nada en las afirmaciones del Papa que legitime ni la prostitución ni el uso del preservativo", recordó que "el preservativo nunca se puede aconsejar", y que "las palabras del Papa están clarísimas, es la doctrina de siempre de la Iglesia, y yo no voy a hacer ahora exégesis; el Papa explicita la doctrina, y esto no es una presentación del libro; la presentación del libro tuvo lugar en Roma anteayer".

"La doctrina católica no se aprende en los periódicos"

A medida que los periodistas insistían, el portavoz episcopal, que no había querido hacer sangre con los anuncios de prostitución en la prensa, pasó a criticar la ineficacia de los medios de comunicación. "Decir que el Papa justifica la prostitución y el uso del preservativo en ella es una barbaridad y sin embargo se hacen titulares así", denunció.

Sobre los católicos de a pie que pudieran quedar confundidos por la polémica dijo: "no hay motivo de alarma, los fieles saben que la doctrina de la Iglesia no se aprende en los titulares de la prensa; la transmisión de la fe no se hace en los periódicos, sino en la catequesis, la dirección espiritual" y otros medios. "Los católicos saben que conocen su fe por los cauces habituales de la fe y de la Iglesia", añadió.

Cuando a tu anciano vecino veas suicidar...

El obispo también quiso pronunciarse sobre las leyes de eutanasia que quitan la vida a inocentes "como ya sucede en algunos países de Europa". Y puso un ejemplo muy gráfico:

"Imaginemos que a un anciano vecino se le da, voluntariamente, un barbitúrico o veneno para que se quite la vida. ¿Qué pensará el vecino de arriba, también anciano? ¿No se sentirá presionado para que "voluntariamente" se quite la vida él también?"

Explicó que según la doctrina católica "la muerte causada por otro ser humano es siempre indigna. No se puede matar a otro humano inocente bajo ningún concepto, por ningún método, directa o indirectamente.

Tampoco es ético retrasar la muerte absurdamente con intervenciones técnicas", dijo, refiriéndose al encarnizamiento terapéutico que la Iglesia condena. "Evitar el dolor, incluso si así se acorta la vida, sí es lícito", dijo refiriéndose a ciertos medicamentos que tratan el dolor agudo aunque a medio o largo plazo acortan la vida del paciente.

"Lo que la Iglesia no quiere es que por falsa compasión, motivos económicos o miedo, se introduzca la supuesta bondad de quitar la vida a un ser humano", y añadió que cuando se presente el texto de la Ley de Muerte Digna de la que habla el Gobierno de Zapatero la Iglesia lo analizará. "Esperemos que el texto no vaya por esta línea".

Los presupuestos de la Iglesia, congelados... pero Cáritas recibe 4 millones urgentes

En la rueda de prensa, Fernando Giménez Barriocanal, que ha sido reelegido para un nuevo quinquenio como Vicesecretario económico y gerente de la Conferencia Episcopal, explicó que los obispos han asignado 4 millones de euros (de lo que los ciudadanos dan a la Iglesia mediante el IRPF) para Cáritas (el año pasado fueron 2,9 millones) y que se ha acordado mantener en los presupuestos de este año "la misma cantidad que en el año 2010" ya que aún no se sabe lo que el Estado ha recaudado en el IRPF, "aunque es evidente que se ha declarado menos renta en España". Giménez Barriocanal sospecha que, además, en Hacienda hay un problema de "liquidez" y que las cantidades que correspondan a la Iglesia, aún por determinar, tardarán en entregarse.