LAS LAVANDERAS DE LOS EXPEDICION ARIOS

 

Doña Obdulia y Doña Francisca (Chica) de camisa a  cuadros, en alguna ocasión me comentaron que en el año 1956 lavaron y plancharon  las ropa que los  jóvenes  expedicionarios  llevaban  al Cerro  San José.

Las dos señoras son  cuñadas, el esposo de doña Obdulia ( Yuya) es hermano de doña Chica y recuerdan a los entonces jóvenes revolucionarios como personas con sueños y anhelos de libertar  a  su Cuba amada.

El esposo de Chica,  ayudó  en Veracruz Puerto  a  algunos revolucionarios,  como la estancia de estos en México estaba condicionada a guardar  cierto sigilo ya que ponían en riesgo  el triunfo  de la revolución cubana.

Doña Chica guarda con mucho afecto  una almohada que en un  arranque de afecto le regalara uno de los  muchachos que se fueron  a Cuba.

Doña Chica, también posee una tetera de aluminio, testigo mudo de la convivencia de los expedicionarios  antes de salir  a Cuba.

Le cuestiono…¿ Y como se llamaba  aquel  muchacho  que le regaló la tetera ?

- No sé, (dice  aterida  por el frio,) pero ojalá que todavía viva

A veces  agarro la  almohada  y sueño que le fue bien…

 

Por su parte Doña  Obdulia Melo, mirando sus manos gastadas por el tiempo recuerda como tenían que acarrear  agua desde el parque de La Bandera hasta el Cerro San José, en aquel entonces sin pavimentar  y con accesos por la calle 5 de Febrero, Glez.Ortega, Ortega y Callejón Colón, ¿Porque buscaron a estas  mujeres,  la respuesta  es llana, quisieron pasar desapercibidos, pero no fue así;  quizá  la ropa fue de Chuchú o de otros  más que precedieron la llegada  de Fidel Castro, lo cierto es que fueron  las  lavanderas de los expedicionarios y aunque la ropa sucia dicen que se lava en casa , pues mayor razón  para pensar que todo el pueblo de Tuxpan, fue casa de los cubanos los cuales partirían  un dia como hoy  hace 54 años.

 

Goyo Pastrana, se llamaba el maquinista  del Granma, nos platica doña Yuya,  <8más  no existe referencia del nombre, quizá fue un pseudónimo)

Cuando nosotros lavábamos la ropa traían unas bolsas de tela delgada parece que amarillas, era ropa de diario, Chica mi cuñada  era la tesorera, cada bolsa traia  tres o cuatro docenas, se distribuían  por  todo Tuxpan, porque eran  muchos

A uno le decían Guido, y venían   solo los conocidos de mi cuñado quien fue que los trajo,  yo agarraba dos docenas porque tenia que cuidar a mis hijos, Guido era apiñonado el otro era moreno claro, y Alfredo  López era mi cuñado, era güero de ojos azules.

Les gustaba  hacer reir a la gente y era simpáticos y amables con todo  mundo, doña Yuya tenía souvenirs de ellos, pero se fueron perdiendo con el tiempo y su circunstancia