HONORIS CAUSA A SILVIO RODRÍGUEZ

Un Doctorado Honoris Causa a Silvio Rodríguez ¿y por qué no?

No es la primera vez que a un personaje dedicado a la música popular, sea ésta del tipo Trova, Rock, Rumba, Jazz, Soul o Regional, se le ha dado un Doctorado “Honoris Causa” por parte de alguna prestigiada Universidad de algún país del mundo. Y pondré algunos ejemplos:

Los otorgados a Simón Díaz, el último fue en la Universidad Católica de “Cecilio Acosta” una de las más importantes de Venezuela, como un reconocimiento a su carrera artística y a su aportación a la música popular de ese país que lo idolatra, porque Simón Díaz es para Venezuela lo que José Alfredo Jiménez lo es para México. Y tomo este ejemplo para echar volar mi imaginación. Cómo hubiera visto la élite científica, si en su momento hubiera alguien propuesto un “honoris causa” para el gran José Alfredo. Seguramente lo hubieran quemado en “leña verde”, porque seguramente lo estigmatizarían más por su nivel cultural (comparándolo a lo mejor con Octavio Paz) y jamás reconociéndolo por lo que los mexicanos lo quieren y lo recuerdan: su música y la letra de sus canciones; mismas, que son invaluables por lo que despiertan en los sentimientos de los mexicanos.

No, por eso ni soñar que al gran José Alfredo ni a nadie de su talla, aquí en México, le pudieran otorgar un reconocimiento de tal magnitud.

Otro caso muy sonado ha sido el de la grande: Celia Cruz, llamada también "el Torbellino del Caribe" y "la voz non", que tuvo tres doctorados “Honoris Causa” de las Universidades: de Yale, Florida International University y la Universidad de Miami. Yo creo que  negar el valor de una de las cantantes de Rumba y Son, más importantes del mundo, sería un pecado. Pero en su momento hubo algunos que quisieron menospreciar este hecho.

Y ya ni se diga artistas de la talla de David Bowie, Aretha Franklin, Duke Ellington, y Paco de Lucia que el Berklee College of Music de Boston (EEUU), ha otorgado a cada uno en diferentes fechas los nombramientos de Doctores “Honoris Causa”, por el valor de su aportación a la música diversa.

Igualmente, el cantante irlandés Bob Geldof que además de músico se dedicó a organizar conciertos para obras de caridad mundial, que recibió el Doctorado Honoris Causa de Derecho Civil en la Universidad de Newcastle, en Gateshead al norte de Inglaterra.

Otro caso muy reciente es el de Ramón Pelegero Sanchís, más conocido como “Raimon” nacido en Valencia España,  que la Universidad de Alicante (UA) ha acordado otorgar próximamente el nombramiento como Doctor Honoris Causa, a propuesta de su Facultad de Filosofía y Letras.

O el propio Silvio Rodríguez, al que la Cuatricentenaria, la Decana de América Universidad Mayor de San Marcos, en Lima Perú, otorgó el mismo reconocimiento en 2007.

Y existen muchos casos más; y todos ellos, han compartido sus premios con personajes brillantes en diferentes campos: científico, artístico, literario, político y de servicio a la humanidad y reconocidos por Rectores, Juntas de Gobierno, jefes de Estado, Reyes y Presidentes de la República; coincidiendo, cuando menos así lo veo que el fondo está en el hecho de honrarlos por sus grandes y buenos valores que los hace destacar como individuos “lideres” en algún campo del saber, del pensar y del actuar. Y esto lo practican las universidades de prestigio, porque valoran la diversificación del conocimiento y a sus principales exponentes, porque el saber se proyecta de diferentes maneras y creaciones.

Confieso, que la trova no es la música que tengo en mi más alta prioridad en cuanto a gusto, porque me inclino más en la bohemia por la “tonada Llanera” y el folklore mexicano y cubano, pero sí reconozco a la gente cuando lo vale. Ojala nosotros los mexicanos cultiváramos más frecuentemente ese valor: “reconocer las cualidades del otro”, porque la tendencia siempre es lo contrario, destruir o devaluar al de enfrente cuando le vemos alguna capacidad o mérito.

Por eso al decidirse en marzo pasado la concesión del doctorado honoris causa a Silvio Rodríguez, la Universidad Veracruzana lo hizo por el valor de su persona como: cantautor, guitarrista y compositor cubano de amplia trascendencia internacional. Rodríguez, es uno de los mayores exponentes de la música trovera que dibuja espléndidamente el sentimiento de los pueblos que luchan por sus ideales y por su libertad como lo es su país de nacimiento: Cuba.

Por otra parte, el que nuestra Alma Mater renueve y afiance la hermandad y cariño de los veracruzanos hacia el pueblo de Cuba, es una forma también de reconocer a un país que pese a sus limitaciones, ha sostenido su nivel y calidad a favor de la cultura, la música y la ciencia, lo que es una razón más para que esa unión continúe fuerte permanentemente.

Legar una obra importante a las generaciones siguientes desde: la literatura, la ciencia, la política, el desarrollo tecnológico, la música, el deporte o la buena actuación como funcionarios a favor de un sector o causa,  es lo que se valora cuando se honra a alguien, así que: “honor a quien honor merece”.

Por eso, porqué  no darle un reconocimiento de ese nivel a Silvio Rodríguez y a todos los que crean música, que nos enamoran con los poemas que hacen canción y  la entregan a su pueblo y, sobre todo a quienes el mismo pueblo, les devuelve con su aceptación ese honor.

Gracias y hasta la próxima.

Dra. Zaida Lladó

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