EVENTOS NATURALES, PREVISIONES HUMANAS

 

Lo obvio: el huracán Karl es un fenómeno natural, la lluvia también; la zona y hora de su impacto, así como sus efectos son previsibles. No existe el ánimo en este momento de señalar responsabilidades sobre la desgracia que estamos viviendo en la zona centro de Veracruz, es el momento de cooperar en el apoyo a los damnificados; la tristeza que nos invade es mejor que se convierta en solidaridad, no en lástima ni en venganza.

Por  supuesto que el hubiera no existe pero, en tanto ponemos nuestro granito de arena, se debe decir sin mayor estridencia que tal vez los daños serían menores de haberse actuado a tiempo. No sirve de consuelo echarle la culpa a la naturaleza ni mucho menos promover la victimización desde lo que debiera ser la sobriedad y el rigor de los servidores públicos.

Para mi valen algunos cuestionamientos que deben ser respondidos a mediano plazo: ¿se puede saber o no con mayor precisión el lugar y la hora en que va a impactar un huracán?, ¿se puede calcular o no la hora en que un rio se va a desbordar? Y ¿se pudo o no haber alertado a la población sobre los efectos de esos fenómenos?

Por la ubicación geográfica y su historial climático se podría pensar que Veracruz está suficientemente preparado para enfrentar las alteraciones de la naturaleza, que no politiza la protección civil, que toma medidas preventivas y que cuenta con el personal científico y técnico adecuado.

Un buen gobierno ve más allá de las elecciones, el cortoplacismo, el asistencialismo y la popularidad personal; es de elemental responsabilidad dragar ríos, alertar a la población, evitar asentamientos humanos en sitios inadecuados y contar con personal y equipos suficientes. Es tan del sistema político dominante pero no deja de ser criminal y, por lo tanto, sancionable, que se haya permitido el corrupto establecimiento de fraccionamientos en aéreas que eran lagunas o que están muy cerca de los ríos.

Además de lo que las autoridades y ciudadanía están haciendo por nuestros paisanos que se quedaron prácticamente sin nada, sólo con lo que llevaban puesto, es necesario el impulso de un plan integral de recuperación de viviendas, empleos y salud en las zonas devastadas. Los requerimientos van más allá de las despensas y los vales para enseres domésticos, eso es  lo urgente, se requieren apoyos fiscales, exenciones en el pago de luz y agua, así como el fomento de empleos  permanente y apoyo psicológico a largo plazo. Dicho plan, que sin alusiones partidistas podría denominarse ¡viva Veracruz¡ o ¡ Veracruz vivo ¡ implica estructuras operativas, presupuestos y calendario de trabajo. Es necesario  para que no se vayan al olvido nuestros paisanos y para atar a las autoridades con compromisos concretos y verificables.

En este momento de penurias pero también de grandeza, donde a la desgracia hemos respondido con acciones efectivas y genuina solidaridad, las  notas desagradables la han dado algunos políticos que, al no ver más allá de su mediocridad y bufonería, cayeron en el pésimo gusto de retraerse entregando despensas. Una de las formas más denigrantes de estos falsos servidores públicos es usar bolsas de un color que los identifique con su origen partidario; no sólo es un acto corriente sino de nítidos imbéciles. Aunque dos o tres se lo podrían ganar sin duda el premio a la infamia se lo lleva la diputada que colocó lonas del PRI en camiones de carga.

Recadito: todavía hay lugares adonde no ha llegado apoyo. Avisemos.

Xalapa., ver. ,24 de septiembre del 2010

  Uriel flores aguayo

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