OBRADOR VUELVE

 

Andrés Manuel López Obrador, el líder principal y polémico de la oposición de izquierda en México, ya está en precampaña por la presidencia de la República.  Su postura no es de mentira o de finta, al contrario, es muy trasparente en su mensaje y en sus intenciones; hace honor al dicho de que  “bajo advertencia no hay engaño “. Me interesa comentar dos aspectos de esta precandidatura, tan normal en estos tiempos y tan adelantada como las de Peña Nieto, Marcelo Ebrard y Santiago Creel, entre otros: sus fortalezas y su estrategia.

Evidentemente sus condiciones actuales son menores en relación a los años 2005 y 2006, cuando tenía la plataforma del distrito federal, fue víctima del desafuero y polarizó el voto opositor; sin embargo, no está nada mal en cuanto a respaldo político y social, incluyendo el registro legal de uno o dos partidos políticos y el apoyo firme de legisladores y gobernantes de todos los niveles. Cuenta, sobre todo, con la simpatía de amplios sectores de la población que le reconocen su integridad y su visión; mucho le  ayudan los malísimos resultados de Calderón, y el descontento todavía pasivo de amplias capas de la sociedad cuya situación económica y de seguridad ha empeorado en lo que va de este sexenio que se encamina a ser uno más de los perdidos para nuestro país. Por si solo, contando por supuesto con el apoyo de una coalición de fuerzas,  AMLO  es competitivo aunque difícilmente llegaría a los niveles de respaldo electoral que alcanzo  en el 2006.

Dice obrador que le robaron la presidencia por que le falto organización a su movimiento, que actualmente es distinto, que ya cuenta con ella y que es mejor. Creo que es una explicación ligera e insuficiente, que no fue la única ni la más importante causa del resultado pero que, tampoco , si así fuera, lo ha superado. Para empezar ALMO tiene que hacer una auto critica profunda de los errores que se cometieron en aquella campaña que, a mi parecer, fueron desde no asistir al primer debate, pasando por la evitable confrontación con FOX  y la desconfianza casi patológica con los partidos que lo postulaban, entre otras; no se puede obviar, desde luego, que fue víctima de la brutal guerra sucia y el embate de los poderes fácticos

También se perdió  o no se pudo defender la mayoría, como se quiera ver, por haber desarrollado una estructura de campaña demasiado cupular, rígida e improvisada. Tan solo en la cobertura de casillas se cometieron gravísimos errores. Por supuesto que hubo algún tipo de fraude pero fue más exitoso por las fallas de una campaña donde también hubo prepotencia.

Observo que se siguen cometiendo muchos de esos  errores: recorridos sin ton ni son, discursos con ocurrencias, monólogos, actos de corte soviético, mensajes excluyentes y una estructura sectaria más parecida a los clubes o a las formas eclesiásticas. Se puede volver a frustrar la esperanza del cambio si se sigue con los mismos métodos, si no se abren y establecen relaciones horizontales y de consenso.

Si la izquierda se divide para el 2012 está perdida, se va a requerir grandeza de los que se están apuntando como posibles candidatos, especialmente de Obrador, para  llegar unidos. Lo primero es que no haya auto designaciones fatales, de patria o muerte, que se busquen los mecanismos mas transparentes y confiables para medir el posicionamiento de cada quien. Se trata de transformar al país y no de satisfacer proyectos personales.

Las izquierdas mexicanas tenemos una prueba mayor en esa elección presidencial, de nuestro dialogo tolerante, de las coincidencias básicas y de la unidad fraternal surgirá un escenario donde se puedan defender los intereses populares y nacionales. El país no debe seguir  así, tan mal y gris, ni tenemos por qué cruzarnos de brazos ante el retorno del dinosaurio ahora peinado con copetín.

Recadito: las prisas por inaugurar el puente de” plaza cristal” las estamos pagando todos.

URIEL FLORES AGUAYO

XALAPA- ENRIQUEZ, VER., 6 DE AGOSTO del 2010

Comentarios

Entradas populares