Honorio ignoraba que en Veracruz las mujeres no se tocan…

 

No sabía este ente del averno, que en Veracruz la violencia intrafamiliar es seriamente castigada, pensó que las mujeres se tocaban “ Nomás tantito”

 

Honorio Tolentino Vera de 33 años, originario de Tepetzintla,Ver.  llego “ muuy cucho  ” a su casa y sintiéndose el  muy muy  ordenó a su esposa que le preparara una buena y abundante comida pero al mentado Honorio se le olvidó que no había dejado dinero para la alimentación   (pues sin dinero la pobre esposa  solo le iba a dar rebanadas  de aire)  La abnegada y sufrida mujer le expresó que no había nada que comer, con los jugos gástricos saliéndosele hasta por las orejas del hambre que tenía,  al Honorio le salió lo bestia y  le propinó tremenda golpiza hasta quedar exhausto.

La tunda que le propinó fue tan cruel que  los ayes de dolor se oían por toda la cuadra pues el ente del averno la emprendió a patadas  en contra de su cónyuge, pegándole con sus bototas en el estómago  tirándola  al  suelo, en completo estado de indefensión  recibiendo la violencia  de este hijo de Satán.

 

Los mismos vecinos   solicitaron de inmediato la presencia de los elementos de la policía municipal, quienes al llegar al lugar donde estaba el engendro, rescatando  a la pobre mujer de manos del mentado Honorio.

 

REPORTE OFICIAL

Los hechos ocurrieron a las 22:50 horas en la congregación de Santiago de la Peña, cuando en completo estado de ebriedad  Honorio llego a pedir de comer, y al decirle su esposa que no había nada , el obrero se puso  energúmeno, dándole de patadas y puntapiés sobre el estómago lo que ocasionó, que la mujer cayera al piso.

Rosalía Espinosa Hernández de 28 años, originaria de Álamo,Ver. y  con domicilio en calle Negrete número 60 de Santiago de la peña, decidió  interponer denuncia contra Honorio Tolentino

Por lo que ya fue puesto a disposición de la agencia del Ministerio Público

Y Rosalía cansada de los malos tratos del Honorio, decidió denunciarlo harta ya del desamor del hombre que alguna vez despertó su ilusión.