EL PAPA SE HA VUELTO VERDE
xornal.com
El Papa Benedicto XVI invita a todos los hombres a reflexionar sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, cuya salvaguardia es hoy “esencial” e “indispensable” para “la convivencia pacífica de la humanidad”, según destaca en su mensaje especial para la 43 Jornada Mundial de la Paz que, como cada año, se celebró el uno de enero.
En esta ocasión, el Pontífice ha elegido el lema “Si quieres cultivar la paz, cuida la creación”. En realidad, el mensaje fue publicado a mediados de diciembre, coincidiendo con la importante cumbre sobre el clima que se desarrolló en Copenhague. En este contexto, el Papa destaca la importancia de llegar a compromisos firmes y serios para evitar que la degradación ambiental pueda desestabilizar la convivencia entre los hombres y generar más guerras y violencias.
“Si, de hecho, a causa de la crueldad del hombre sobre el hombre, son numerosas las amenazas que incumben sobre la paz” –entre las que cita “guerras, conflictos internacionales y regionales, actos terroristas y violaciones de los derechos humanos”–, no menos preocupantes son “las amenazas originadas por la falta de cuidado e incluso abuso de la tierra y los bienes naturales”, resalta el Papa. “Por este motivo es indispensable que la humanidad renueve y refuerce la alianza entre el ser humano y el ambiente, que debe ser el reflejo del amor creador de Dios, del cual provenimos y hacia el cual estamos caminando”, agrega.
A continuación, llama la atención sobre “las problemáticas que derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, la degradación y la pérdida de productividad de vastas áreas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las faldas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de eventos naturales extremos, la deforestación de áreas ecuatoriales y tropicales”. Así como sus repercusiones para el hombre: “¿Cómo descuidar el creciente fenómeno de los llamados prófugos ambientales, personas que, a causa de la degradación del ambiente en el que viven, tienen que abandonarlo?”, se pregunta.
“Estas cuestiones tienen un profundo impacto en el ejercicio de los derechos humanos, como por ejemplo, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud, al desarrollo”.
El Papa considera que las actuales crisis, ya sean de carácter “económico, alimentario, ambiental o social”, en el fondo no son más que “crisis morales que se relacionan entre ellas”.
Para contrastar todo esto, el Pontífice invita a ejercer la “solidaridad”, tanto de modo “inter-generacional”, es decir, con las generaciones futuras, como “intra-generacional”, para que los países ricos compartan con los que todavía están en vías de desarrollo los recursos de la tierra.
Entre otras cosas, considera “importante” reconocer la “responsabilidad histórica” que tienen los países industrializados en la actual crisis ecológica, al tiempo que anima a mejorar la educación de los más jóvenes para lograr que crezcan con un mayor sentido de “responsabilidad”.
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