LA HUMANIDAD EN RIESGO
"La degradación continua del medio ambiente constituye una amenaza directa para la supervivencia del hombre y de su mismo desarrollo; corre peligro de amenazar directamente la paz entre las personas y los pueblos", alertó el prelado. Subtítulo
El Papa tocó el tema del medio ambiente en una audiencia.
El Papa Benedicto XVI instó hoy a lograr un acuerdo "ampliamente compartido", que sea "vinculante, útil y justo para todos" en la Conferencia sobre Cambio Climático que se lleva a cabo estos días en Copenhague.
El Papa tocó el tema del medio ambiente en una audiencia en la que recibió, en el Palacio Apostólico, las cartas credenciales de los nuevos embajadores ante el Vaticano de Dinamarca, Uganda, Sudán, Kenia, Kazajstán, Bangladesh, Finlandia y Letonia.
"La degradación continua del medio ambiente constituye una amenaza directa para la supervivencia del hombre y de su mismo desarrollo; corre peligro de amenazar directamente la paz entre las personas y los pueblos", alertó.
Por ello, según el obispo de Roma, la responsabilidad ambiental "no puede contrastar" con la urgencia de poner fin a los "escándalos" de la miseria y del hambre.
"Vivamente animo a las autoridades políticas de sus países respectivos, y del conjunto de las naciones, a reforzar su acción en favor de la salvaguardia del medio ambiente", urgió.
También exhortó a los líderes políticos, "ya que el problema no puede únicamente enfrentarse al nivel particular de cada país, a ser una fuerza de proposición y de incitación, con el fin de alcanzar acuerdos internacionales vinculantes, justos y útiles para todos".
Para el líder católico los desafíos a los que se enfrenta la humanidad "llaman a la movilización de la creatividad" para una utilización más eficaz y sana de las energías y de los recursos disponibles.
Estos esfuerzos deben ser acompañados por una transformación de los modelos de desarrollo actual de las sociedades, estableció.
"El bien del hombre no reside en un consumo desenfrenado y en una acumulación ilimitada de bienes; consumo y acumulación que son reservadas para un pequeño número y propuestos como modelos a la masa", advirtió.
Por otra parte, en un mensaje dirigido en particular al nuevo embajador de Dinamarca ante El Vaticano, Hans Klingenbreg, el Papa constató que la atención mundial está puesta en la cumbre en curso en la capital Copenhague.
Al respecto señaló que las decisiones políticas y diplomáticas en juego al afrontar la "compleja materia climática" serán la prueba para demostrar si los países participantes pueden superar "sus intereses nacionalistas y de corto plazo".
Reconoció que "indudablemente" algún acuerdo puede ser alcanzado, pero advirtió que un cambio fundamental en el comportamiento humano, individual o colectivo, requiere la "conversión del corazón".
Milenio
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