TUBO DE ENSAYO

TUBO DE ENSAYO* Maquillaje de verano René Delios Veracruz al Día Qué tenemos ahora? Un 2009 que quedará registrado como un año de problemático. ¿Pasaron los cuatro jinetes del Apocalipsis por México?Haya guerra, hambre, peste y muerte. La guerra del narco se recrudeció. Tal como sucedía en los años más trágicos de nuestro pasado, la vida no vale nada. Al principio de la Revolución los muertos fueron contados, pero en la medida que probaron la sangre, las facciones contendientes se acostumbraron a matar por matar, sin pausa y hasta por el motivo mínimo. Al grado que la población se redujo en diez por ciento. Hoy con la guerra del narco es similar la actitud de los carteles en su desprecio por la vida. No hay otro castigo más que el vil asesinato. La aniquilación salvaje, brutal, violenta. Compiten en la forma de atormentar a sus víctimas, buscando amedrentar a sus enemigos y causando indirectamente el pánico de la población. Las cifras de ejecutados suman millares. Es toda una guerra nada más que embozada, no se sabe quien es quien. La ruleta de la muerte gira una y otra vez hasta marear. La nota roja ya no asombra. Todo está revuelto.Los buenos y los malos se confunden. No se observa con claridad la frontera entre ambos.El narcotráfico se infiltra en otras áreas delictivas, que crecen con rapidez al amparo de la impunidad. El jinete apocalíptico del hambre aparece con la crisis galopante. Ya vivíamos mal sumidos en un estancamiento económico crónico. Empeoramos, porque no sólo seguiremos sin crecimiento sino que nos derrumbamos en la involución. La tasa anual de desarrollo de 2009 será negativa. No podíamos dar empleo al millón de mexicanos que cada año llegan a la edad de trabajar y ahora nos golpea el desempleo masivo de los que ya estaban laborando. El hambre aprieta, esa es la verdad. A la guerra y al hambre se sumó la pandemia. El terror corrió por las calles por el miedo al contagio se extendió la paranoia y la hipocondría atestó los hospitales. La epidemia parece ya bajo control, pero el susto quien nos lo quita. Aunque increíblemente estamos los que la existencia de la epidemia y atribuimos el escándalo mediático a móviles políticos. Pero nos dicen que vamos para arriba. ¿De dónde?El poder adquisitivo es cada vez menor: pero los comerciales en la tele no bajan su intensidad; siguen ofertando todo como sino pasara nada.Pasa, y grave. Nuestro pueblo sufre, padece carencias, el dinero alcanza menos: ¿De qué habla los políticos cuando hablan de que superaremos la crisis? ¿Con el sueldo mínimo?¿Con el precio de un kilo de carne más allá del sueldo mínimo?No sabemos de qué hablan los políticos, el presidente, el secretario de hacienda, el secretario de educación y sus paliativos de humo, como eso de alargar las horas de clases pero respetando las vacaciones, para beneficio de los centros turísticos, para que conozcan México. Ya ni la burla perdonan. No hay para la papa y quieren que la gente viaje.Las casas de empeño están esperando. Envío¡Larráinzar; cumplimiento y paz!

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