ENSAMBLE DE TODOS SANTOS

Chalahuite se hermana con Ojite, Nalúa, Tampiquillo y Tuxpan en la celebración de “Todos Santos”. La tradición cultural de cuatro comunidades huastecas de Tuxpan, se ensamblarán durante la celebración de las fiestas de “Día de Muertos” en Chalahuite, donde se desarrollará un programa artístico y deportivo que inicia el viernes 30 de octubre y concluye el domingo primero de noviembre. De este evento organizado y coordinado por el Comité del DIF y de la agencia municipal de Chalahuite, el Centro Cultural de Ojite y el Ayuntamiento de Tuxpan, habla el biólogo Isidro Aguilar, impulsor del mismo: Cómo huasteco y responsable del Centro Cultural Ojite, mi sueño ha sido impulsar actividades artísticas, educativas y deportivas que ayuden a integrar a los habitantes de las comunidades, y estas fiestas de “Todos Santos” es una excelente oportunidad para hacerlo realidad. Este biólogo que siendo adolescente obtuvo el premio nacional de huapango, precisa que el programa de hermandad tuxpeña iniciará con una carrera de caballos a las 3 de la tarde, y a las siete de la noche habrá pelea de gallos Derby. El sábado 31 de octubre, día en que los huastecos esperan la visita de las almas de sus difuntos con comida y tamales colocada en el altar, Chalahuite será escenario de una gran huapangueada donde participarán los mejores bailadores de la región, grupos de danza folklórica y trío de huapangueros. Mientras las mujeres de edad prenden velas y queman incienso para agradar a las almas visitantes, los jóvenes se preparan para asistir al baile popular que iniciará a las ocho de la noche. Alternando tradición y deporte, el domingo primero de noviembre se desarrollará un encuentro de futbol en el campo de la comunidad anfitriona, donde participarán equipos de la liga campesina ruta Tuxpan-Tampico, y en este se enfrentarán los equipos de Ojite, Tampiquillo, Nalúa y uno de la Universidad Veracruzana. Como según la creencia las almas se despiden alrededor del medio día del domingo, los huastecos preparan las canastas para llevar comida y tamales al camposanto, donde en algunos casos, acompañados de guitarra y violín, cantarán y tocarán para los familiares que ya han partido de la vida terrenal. A los niños se les recordará que no pueden comer ninguna fruta, pan ni conserva que haya en el vistoso altar adornado con flor de cempasuchil “mano de tigre”, palmilla y papel china de vivos colores, pues el alma del difunto les puede jalar los pies en la noche cuando ya estén acostados y piensen que nadie los vio. Esto dice la tradición del Día de Muertos: mientras hay que deleitarse con el ingenio de quienes gustan y saben hacer calaveras.

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