PRD PARTIDO DE VERDAD O DE MENTIRA
PorUriel Flores Aguayo
En principio por acuerdo político, al final por orden fulminante del Tribunal Electoral Federal, el PRD de Veracruz convocó a la elección de sus dirigentes estatales y municipales. Se trata de una gran oportunidad de dotarse de cabeza, fuerte y legítima, para salir de la agonía en que ha estado en los últimos años. Sin embargo, los riesgos de desorganización y fraude rondan por ahí en forma amenazante, dadas las experiencias pasadas, “los usos y costumbres” y los fuertes niveles de descomposición que se han acentuado en el otrora partido del “sol azteca”. El 8 de noviembre próximo el PRD veracruzano puede asistir a una especie de renacimiento, su segundo alumbramiento, o enfrentarse a su triste realidad en un velorio de muerte, por lo menos a nivel de su dirigencia estatal, dado que si prevalecen la corrupción, las mediocridades y los intereses externos, será la dirigencia nacional la que se haga cargo de los asuntos del perredismo local.
Esta próxima elección, necesaria pero peligrosa, tiene dos rutas para que sea efectiva: amplio acuerdo político que haga de ella un mecanismo simplificado o la implementación de candados y mecanismos vigilantes que garanticen su limpieza y su transparencia. El gran acuerdo solo requiere inteligencia, voluntad, buena fe, oficio, sensibilidad, visión y sentido común; no es fácil despertar y combinar esas cualidades, pero tampoco es imposible si queremos evitar el suicidio del PRD en Veracruz.
Una vez lanzada la convocatoria respectiva no se hicieron esperar las reacciones, más o menos previsibles, a la antigüita, en las filas amarillas. El anuncio de un montón de candidaturas, de todos los tamaños, corresponde a un partido débil y a la idea de que cualquiera puede dirigirlo. Hay aspirantes medianos, chicos y “patito”. A los rostros y a los nombres de quienes se ofrecen como salvadores del PRD sólo les faltan las ideas, la coherencia, el proyecto y la precisión de lo que pretenden hacer. Como era de esperarse, se reactivaron las prácticas de corrupción que tan bien le han funcionado a las fuerzas mercenarias pero que han podrido al PRD. Sino se toma una decisión política de alto nivel esas fuerzas van a descarrilar la elección interna.
Ser de verdad para que renazca la esperanza o seguir siendo de mentiritas para morir poco a poco es la disyuntiva en la que se encuentra el PRD veracruzano. En ese sentido, es necesario puntualizar los temas ineludibles ante los que deben definirse los futuros dirigentes: partido con dirigentes reales y representativos, con identidad clara y de izquierda, de oposición real y firme, con ideas y propuestas, serio y organizado, honesto y austero, vinculado al pueblo, con vida propia e independiente, con prestigio y confiable y con vocación de poder e influencia en Veracruz.
Una elección limpia, con votos reales, es la condición para tener una dirigencia fuerte que, a la vez, es el primer paso para el relanzamiento del PRD en Veracruz, que tendrá su prueba de fuego en la elección local del 2010. La renovación de gubernatura, legislatura y gobiernos municipales nos puede llegar con un partido marginal o recuperado. No es descabellado afirmar que si el PRD se levanta y juega con una línea política para su fortalecimiento e incidencia en la vida de Veracruz, puede llegar a jugar un papel relevante.
Con toda seguridad son muchos los veracruzanos que desean que el PRD se reactive, que sea útil y ofrezca futuro. Ojala no los defraudemos con mezquindades y un cochinero renovado.
Recadito: Marcha contra el IVA disfrazado, 13 de octubre, 10:00 horas, en Xalapa.
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