CRONICA DE DOS IBEROS

DON FERMIN Y DON MANUEL LA CRONICA DE DOS IBEROS QUE POR 55 AÑOS PERMACIERON JUNTOS AL FRENTE DEL BILLAR ROYALTI OBED ZAMORA SANCHEZ El Salón Royalti fue una legendaria cantina en lo que hoy es el Museo de Arqueología y Biblioteca en el parque de la Reforma. Este negocio muy popular allá por los años 20; tenía en la esquina anexado, el billar del mismo nombre. Fue uno de sus dueños Don Juan Pérez Devaux, hermano de D. Angel que a su vez fue cuñado de Don Manuel Deschamps destacado empresario y banquero padre de una estimada familia del puerto. Don Fermín González nació en Hoz de Anero muy cerca de Santander en el norte de España en donde vio la luz primera un 4 de mayo de 1900. Fue uno de los 8 hermanos de la familia González que eran granjeros, padeció los estragos económicos de la primera guerra mundial y a los 17 años invitado por D. Nemesio Ruiz próspero comerciante que también era de Hoz de Anero del Municipio de Cantabria y radicado en Tuxpan, desde muy temprana edad y con su trabajo llegó a ser un destacado empresario Don Fermín emigró a nuestro país junto con otro joven de su misma edad: Manuel Ruiz, vecino de una comunidad también muy cercana de Santander y Hoz de Anero.: Laredo. A Fermín y Manuel los contrató verbalmente Don Nemesio que tenía una gran bodega en Santiago de la Peña en la que se comerciaban granos, alimentos diversos, semillas, cueros de res, zarzaparrilla, zapupe y chicle entre otros. Aun este destacado empresario no había construido el Hotel Pereda. Ahí laboraron estos dos jóvenes. Posteriormente D Fermín regreso a España para hacer su servicio militar y a los dos años retornó a Tuxpan. Cuando Don Nemesio Ruiz construyó el Hotel Pereda en 1922 el, Fermín pasó a ser su administrador, mientras Manuel terminó su trabajo en esa famosa bodega de Santiago de la Peña, la cual era una casona enorme en donde muchos años después vivió la familia del popular Tito Rodríguez miembro destacado del antiguo Club 20-30. En 1935 Fermín se casó con la tuxpeña Josefina Fernández, y de este matrimonio nacieron Begoña, José. Manola, Carmina y, Josefina. Los ahorros de los dos amigos: Fermín y Manuel, producto de su trabajo con Don Nemesio, fueron suficientes para convertirse en socios y adquirir el Billar Royalti ya que su capital no les alcanzó para comprar también la cantina. Esta última propiedad fue adquirida tiempo más tarde por la Junta de Caridad y Pavimentación, una institución de la sociedad civil que desarrolló un magnífico trabajo no solo para pavimentar las más importantes calles del puerto sino para también hacer obras de beneficencia. Fueron famosos y muy bonitos sus bailes en el parque Reforma con las grandes bandas de la época. Don Fermín fue una persona muy reservada. De ceño adusto y muy serio. Sin embargo tratándolo era una muy buena persona. Lógicamente al frente de un negocio de palomilla joven, desde luego que hacia grandes berrinches al igual que su socio Manuel. D. Fermín reparaba las mesas, y tenía en orden y muy rehabilitados los “Tacos” que como todos sabemos son los instrumentos con los que se les pega a las bolas en los diversos elementos que componen al billar. Manuel por lo contrario era un español muy alegre, mal hablado, con la chispa en su boca y muy simpático. Nunca se supo quien le puso el apodo de “Churruca” nombre muy alejado de la verdadera personalidad del destacado marino Don Cosme Damián Churruca y Elorza nativo de Guipúzcoa en el país vasco, en donde nació en 1761 y llegó a ser una gloria de España, no solo como destacado oficial de su armada sino también como investigador y maestro en ciencias marinas. ¿A quién se le ocurrió pues ponerle este apodo a Manuel? – nuca se supo – lo que si nos dejó fue una cantidad de anécdotas y bromas que se le achacaron, como aquella del cliente que se le iba sin pagar la hora de billar, y le dio un bolazo que lo dejó bien zonzo y así lo pudo agarrar para que le pagara, y fue cuando dijo “ ¡Eso que le pegué con el mingo” (bola sin numero) que si le pego con el 15 lo mato!. Manuel tuvo una bella hija, de su primera relación se llamaba Yolanda, mas adelante el se casó con Marina Rocha y de este matrimonio nacieron sus hijos gemelos Pepe y Manuel. Manuel con los años se convirtió en médico y Pepe fue empleado de PEMEX en Poza Rica Ambos murieron relativamente jóvenes. Los dos amigos desde su juventud pertenecieron lógicamente a la comunidad española de Tuxpan, que era numerosa en las pasadas décadas. Ellos celebraban las fiestas de la Covadonga (en honor a la Virgen Asturiana) con una gran Romería en donde las niñas y jovencitas se vestían de manolas y había baile, kermes y desde luego se bailaba la Jota Aragonesa no faltaba más, para ello existía la escuela de danza española de Doña Carmen Martínez hermana de doña Anita Martínez de Riquelme esposa del legendario empresario cinematográfico radicado en Tuxpan, el jerezano D. Rafael Riquelme. Doña Carmen fue esposa de Don Ferruccio Vianello que era italiano y fue mi maestro de francés en la preparatoria de la Escuela Secundaria y de Bachilleres Manuel C Tello, cuando esta Alma Mater de la educación en la ciudad estaba en lo que hoy es el kínder Rodríguez Cano. A don Ferruccio la palomilla de la clase le decía “Don Serrucho. El billar Royalti fue la cuna de la “vagancia” para la palomilla de la Secundaria Tello, cuando salíamos de clases nos atorábamos en el billar a jugar pool o carambola y casi nunca guerra y menos dominó que también se jugaba. Admirábamos al compa Quiles que era un carambolista genial, o a Lipe Cobos que no cantaba mal las rancheras y en la guerra los jóvenes indiscutibles eran los trabajadores de Pemex que laboraban en Poza Rica y eran tuxpeños. Ahí perdían casi siempre todo su fondo de ahorros, pues la guerra casi siempre fue de apuestas. Uno de ellos muy famoso por ser un buen jugador fue Ricardo “El Toro” Escudero hijo de Miguel Escudero el toro original y gran pugilista en los años 30. El toro viejo se caso con una bella mujer:: María Sosa, castaña de intensos ojos verdes sus hijos fueron el citado Ricardo y Rosita. Muchos ´personajes desfilaron por este billar recuerdo muy bien al Gordo “Goyo” Palacios que indiscutiblemente fue un gran carambolista y además tuvo la virtud de inventar los sonoros eructos que atronaban los oídos, superado mucho después por el gran Anselmo “ La Pechuga” Zavala ese sí que lo superó en estos menesteres ¡que bárbaro! Otros muchos se me van del recuerdo, el Güero Zardoni jugó muy bien carambola, El señor Vázquez siempre muy bien vestido, no hacia mal las tres bandas, era el esposo de Doña Cira Lelis que hacia un sabroso pan agridulce muy buscado por los tuxpeños de aquella época. Tenía su panadería en las calles de Allende. Al morir ese negocio lo heredó su empleado “El Zarco”. De vez en cuando se nos aparecía un profesional del billar sobre todo en carambola y daba exhibiciones impresionantes y desde luego se enfrentaba a los billaristas locales. El estrella local desde luego que era el Compa Quiles, que no hacia nunca un mal papel. Retornando al billar, que decir de los “Dominadores” eran los grupos de personajes típicos tuxpeños que se agrupaban en tres mesitas a jugar Dominó. Eran buenísimos. Me acuerdo de uno que le decían “El Zarco,” porque tenía sus ojos verdes, chofer de sitio, era un gran calculista solo acostaba las fichas al terminar cada juego y solo viéndolas te decía la cantidad de puntos y créanmelo nunca le fallaba! ¡Y los “Papayos” eran los “Mirones” es decir los que se colocaban atrás de cada jugador bien para aprender bien para disfrutar de todos los disparates y simpáticas groserías que se decían los contendientes y el caló tan particular para llamar a las fichas, así por ejemplo a la ficha de seises le decían lo Huilota no sé porque, a las que no tenia puntos negros o muy pocos, les decían las blancas y así por el estilo. A estos papayos muchas veces el que perdía le gritaba:”¡Quítate de aquí hijo de la tal por cual, con esa mirada eres capaz de secar una chaca”! echándole la culpa de su mala suerte con las carcajadas de los demás. Realmente se divertían no lo duden- En uno de los manifiestos del Gran Dictador del Carnaval que tradicionalmente los publicaba el que de esta manera fuera designado y así se mencionaban siempre a las Maravillas del Reino de Tuxpan – en broma desde luego-, estos documentos muy chistosos ridiculizaban a medio mundo. En uno de los muchos que se publicaron mencionaron al mingitorio del Royalti como una de las maravillas de este reino-. Humor supernegro porque todo mundo sabía que para ir ahí a hacer del “Uno” tienes que sacar la cabeza hacia afuera lo más que se pueda pues el intensísimo olor a amoniaco te hacía llorar. Quizás el personaje más destacado y popular de este legendario billar – Aparte desde luego de sus dueños- fue Miguel García “El Venado” que por muchos años trabajó como “Coime” (el que acomodaba las bolas) , estaba pendiente de los horarios y claro que también jugaba y era de los muy buenos sobre todo en carambola, guerra y pool es decir dominada todos los estilos del juego- El Venado alternó con todos los estratos de la Sociedad y era muy querido por su simpatía y buen trato. Primero había trabajado en la fábrica de sodas de los Juárez que también tenía una embotelladora de agua y una refresquería en el Parque Reforma frente al Cine Castillo lo que hoy es el Hotel May Palace. Esta refresquería tenia sifones de porcelana y ahí tomábamos las esencias de vainilla, “aironbru” y grosella además de los sabrosos “Milcheks” para decirlo coloquialmente. ¡Riquísimos Después Miguel “El Venado” entró al billar y de ahí por sus numerosas relaciones sobre todo con los tuxpeños petroleros, que trabajaban en Poza Rica -Simón Villegas-r entre ellos se retiró del Royalti en donde por muchos años fue el coime y se fue a Poza Rica, e ingreso a Pemex en el servicio de Transportes, Departamento en el cual se jubiló por enfermedad.. A sus noventa años Miguel García, pasaba por mi consultorio y cuando lo veía rumbo al mercado muy bien vestido y caminando lentamente porque casi no veía ¡y andaba solo!, entablábamos una sabrosa charla recordando tantas cosas del pasado y de ese billar que tan importante fue y que aun lo sigue siendo, el billar Royalti de Don Fermín y Don Manuel… Al inicio de los años 80 Don Fermín González murió en esta ciudad y a los pocos años le siguió Manuel Ruiz “Churruca”. El Venado se fue nonagenario a fines del 2008. Nostalgia y recuerdo es todo lo que nos queda… REFERENCIAS Begoña González Fernández Entrevista Personal. Pilar Saiz. Comunicación personal. Biografía de Cosme Damián Churruca y Elorza

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