SERPIENTES Y ESCALERAS

Salvador García Soto Agosto 2009 Los acuerdos de Washington Hace un par de semanas, el 30 de julio, el general Guillermo Galván Galván arribó al Pentágono; fue recibido con honores por militares de los Estados Unidos y en una larga visita de cinco días —lapso poco usual para esas visitas— tuvo varias conversaciones con su homólogo Robert Gates, con quien hizo acuerdos que no se han hecho públicos. Uno de esos acuerdos fue para una estrategia conjunta que inhiba el fácil acceso de los grupos del narco mexicano al armamento de alto poder en armerías y supermercados de la Unión Americana. Cuando el titular de la Defensa mexicana se quejó de lo fácil que era para los narcos comprar armas al otro lado de la frontera, la respuesta del jefe del Pentágono fue contundente: ¿Y cómo entran todas esas armas a territorio mexicano? Por aduanas. Robert Gates dijo a Galván que, según estimaciones del Ejército de EU han ingresado a México en los últimos años, desde su país “varios millones de armas, otros millones de cartuchos y cientos de miles de granadas”. Entre los acuerdos privados, Gates ofreció impulsar reformas a las leyes armamentistas de EU, en concreto del estado de Texas, para limitar y controlar la venta de armamento. A cambio, el jefe del Pentágono pidió que el gobierno mexicano ataque de inmediato la corrupción en sus aduanas. El lunes pasado Hacienda anunció “el despido, desarme y fichaje” de 1,400 agentes de 49 aduanas del país, que fueron sustituidos por militares, entrenados por la Sedena y a los que se denominó “oficiales de comercio”. Otro compromiso que aceptó México fue una reforma a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para reforzar el registro de armas; la iniciativa ya está en el Congreso y la impulsa la Defensa con todos los partidos. A juzgar por los hechos, los cinco días de Galván en el Pentágono fueron prolíficos en acuerdos. ¿Cuántos más nos falta conocer? NOTAS INDISCRETAS… En próximas horas, con una “votación” para darle baño democrático, se oficializa que Francisco Rojas es el coordinador de los diputados del PRI. Beatriz Paredes personalmente negoció el nombramiento con los gobernadores y aún cuando varios de ellos cuestionaban la llegada de Rojas, por su “salinismo marcado”, al final, casi todos se alinearon o negociaron comisiones. Luis Videgaray va a la Comisión de Presupuesto y el Oficial Mayor de la Cámara será Jorge Lepe. Sólo hay un gobernador que se opone a la designación de Rojas y es Ulises Ruiz, quien organiza hoy, en su casa del Pedregal, una comida para apoyar a César Augusto Santiago. Convocó a unos 40 diputados electos a los que apoyó, pero en las cúpulas del PRI creen que lo de Ulises es “un pataleo” con el que el oaxaqueño busca presionar y encarecer la negociación… Los dados repiten. Escalera doble.

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