CARTA ABIERTA A LOS POLITICOS

CARTA ABIERTA DE UN ALMIRANTE A LOS REPRESENTANTES DE LOS PODERES EJECUTIVO, LEGISLATIVO, JUDICIAL Y CIUDADANÍA DE LA REPÚBLICA DE MÉXICO. A los CC.: Presidente de la República, Magistrados de la Suprema Corte de Justicia, Gobernadores de los estados litorales, Presidentes en funciones de la Cámaras de Diputados y Senadores, Presidentes de los Congresos de los estados litorales, Coordinadores de las bancadas de los diferentes partidos políticos en las Cámaras y Congresos, Presidentes Municipales de Puertos, Presidentes nacionales de los diferentes partidos políticos y Ciudadanos SEÑORES: Al igual que algunos compañeros Almirantes de nuestra Marina de Guerra, desde hace muchos años he dedicado todos mis esfuerzos a la profesión de marino, siguiendo una vocación que pude hacer realidad ingresando a la Heroica Escuela Naval Militar, y que después fue posible perfeccionar sirviéndole a mi patria abordo de los buques y en diferentes instalaciones de la Armada de México, además de haber realizado estudios de postgrado para ser cada día mejor, en mi esfuerzo por contribuir al desarrollo integral de nuestro país, porque soy un convencido (y la historia comparada me lo confirma), de que el mar no es una frontera que nos aísla, sino un camino que nos comunica con el resto del mundo y con las demás culturas que lo habitan, además de guardar riquezas que pueden ser aprovechadas para elevar la calidad de vida de los mexicanos, y proporcionar innumerables fuentes de trabajo. Sin embargo y a pesar del esfuerzo y entrega que hemos hecho durante nuestras largas carreras navales, y de nuestra insistencia al señalar la importancia de nuestros mares, litorales, e islas ante las instancias políticas del gobierno y de los partidos, veo que el sector marítimo de México sigue siendo el gran olvidado de la política nacional, cuya secuela negativa para México es que sigue siendo un país que continúa caminando como discapacitado con muletas a través de su historia, por no haber aprovechado el potencial de riquezas e independencia alimentaria de su sector marítimo, potencial que, estoy seguro, le serviría para tirar las muletas y agilizar su paso hacia un desarrollo sustentable y sostenido entre sus pares internacionales. ¿A que se puede deber?... me he preguntado continuamente, esa manifiesta indolencia y apatía de nuestra clase política hacia el sector marítimo. En un esfuerzo optimista para no desalentarme, quiero creer que la apatía manifiesta de nuestros políticos se debe a la ignorancia (verdadera o para solapar intereses creados), que a su vez es hija de un sistema educativo en el que fueron formados todos ustedes, así como a quienes en el pasado ocuparon puestos de decisión política en nuestro país, sistema educativo que históricamente se ha desarrollado de espaldas al sector marítimo, y cuya consecuencia generalizada ha sido que la población percibe al mar y a nuestros litorales, únicamente como lugar de recreo y de vacaciones en la semana mayor para asolearse en las playas, porque me cuesta trabajo aceptar que dicha situación de indolencia hacia el potencial marítimo de México, pueda deberse a la falta de patriotismo de quienes nos han gobernado, o peor aún, que se deba a una política deliberada para que sean intereses ajenos a la república, quienes se beneficien de la riqueza que encierran nuestros mares, islas, y litorales…. quizá Uds. Señores tengan la respuesta y puedan darme una razón que tranquilice, sobre este conflicto de atraso que nos inquieta a tantos mexicanos. Lo grave de esta situación de estancamiento del sector marítimo, es que arrastra en su inercia a los demás sectores del país, al establecer una relación asimétrica regional tanto en lo económico como en lo sociológico, creando islas de abandono y atraso en lugares que tienen el potencial para ser polos de desarrollo y fuentes de trabajo, pero que se han convertido en una carga improductiva y onerosa para el erario de la nación. Aunado a lo anteriormente citado parece no existir una conciencia clara entre nuestra clase política, sobre la importancia estratégica (comercial, portuaria, pesquera, industrial, ecológica, mercante, y naval), que tienen nuestros litorales y nuestra zona económica exclusiva (de una extensión superior en más de un 50% a nuestra superficie continental), dado que por apatía y/o ignorancia se le ha olvidado, con la consecuencia del atraso evidente de todo el sector marítimo, siendo lo más notorio de ello el hecho de que actualmente México carece de los buques para una marina mercante propia, que ha dejado de generar divisas por 18 mil millones de dólares al año, que la pesca sigue siendo litoral y artesanal en su mayoría y permanece en el subdesarrollo, pudiendo ser un alivio para nuestra deficiencia alimentaria, que nuestros mares y ríos continúan utilizándose como vertederos de inmundicias, con grave riesgo de convertir a las aguas del Golfo de México en desiertos sin vida, que la construcción naval creadora de polos de desarrollo industrial, sigue estancada, que las obras marítimas no existen a pesar de que son creadoras de fuentes de empleo en la industria de la construcción, y como corolario es de llamar la atención, que desde hace mucho tiempo la clase política mexicana parece haber optado por la indefensión marítima y naval, ya que persiste en asignar presupuestos ridículos a la Armada de México, lo que provoca que dicha institución difícilmente pueda llenar el cometido que el país y la situación geopolítica actual está necesitando, a pesar del sacrificio y entrega de sus miembros… o será que acaso nuestros políticos están suponiendo candorosamente que otro país vendrá a defender nuestros mares y las riquezas que encierra, con olvido del paradigma elemental de que en las relaciones internacionales no existe la filantropía, sino las razones de estado por encima de cualquier otro compromiso. No pretendo ser catastrofista acerca del futuro de nuestra patria, pero si nuestra clase política sigue atendiendo solamente a los problemas coyunturales, y persistimos en improvisar soluciones sin tener claro un proyecto viable y sostenido de nación (que debe ser independiente del color partidario e ideología que se tenga), el país acabará siendo una colonia tecnológica del extranjero y el futuro de nuestros hijos estará condenado al de obreros de empresas trasnacionales, como menestrales al servicio de intereses trasnacionales en su propio territorio. Acudo a la voluntad patriótica de ustedes que representan al poder ejecutivo, para que estas letras les despierten una visión de estado, en donde esté incluido un verdadero proyecto de nación que aproveche el potencial del sector marítimo, señalando la necesidad de revisar nuestros programas educativos que parecen hechos para un país mediterráneo, en el que el mar y sus riquezas solo es un asunto tangencial y disminuido, que no prepara ni desarrolla en los alumnos (futuros ciudadanos), una conciencia marítima, a pesar de que el proceso educativo se dirige a un pueblo que ha sido privilegiado por la extensión y riqueza de sus mares, es mi reclamo también para Uds. señores legisladores, para que despierten a la realidad de nuestra geografía marítima y necesidades, de modo que vuelvan sus ojos hacia el sector más olvidado de México y legislen con conocimiento, para que puedan hacer leyes que faciliten y apoyen el aprovechamiento de las riquezas que encierran nuestros mares en toda su amplitud, de modo que éstas sirvan de puntal al desarrollo del país, me dirijo a Uds. señores del poder judicial, para que la justicia llegue pronta y expedita a quienes trabajan y se esfuerzan en desarrollar el sector marítimo de México, de la misma manera esta carta se dirige también a Uds. señores gobernadores de estados litorales, para que pongan más atención al mar y al potencial de riquezas que encierra, de modo que se conviertan en apoyo decidido a las economías de sus entidades federativas, y beneficien también a los sectores que viven y trabajan en el mar, también reclamo la atención de Uds. señores presidentes municipales, para que pongan un mayor interés en la limpieza del mar que baña a sus playas y balnearios, y éste deje de servir como tiradero de los desechos que contaminan y matan la vida en el mar, así como para recordarles que en el sector marítimo se encuentra el potencial para crear nuevas fuentes de trabajo, y para que sus municipios en particular, y México en general superen la crisis económica y social que nos disminuye, amenaza nuestro futuro y secuestra el bienestar general, aprovecho también esta carta abierta para dirigirme a todos los mexicanos, exhortándolos a que dejen de ver al mar únicamente como destino vacacional y aprendan a mirarlo como esperanza y apoyo para el desarrollo y bienestar de todos, porque en el mar tenemos la riqueza y el potencial de oportunidades que permitiría crear abundantes fuentes de trabajo, riquezas y oportunidades, que de ser racionalmente aprovechadas servirían para aliviar el desempleo crónico que padecemos, y para que pudiéramos iniciar el desarrollo armónico y sustentable del país, que los mexicanos siempre hemos estado esperando. Veracruz, Ver., Julio 31 de 2009.

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