NI VOTOS NI BOTAS, FUSILES Y PELOTAS

Perdón que me adueñe de esta frase. Perdón si causa rechazo. Perdón si no se corresponde con la coyuntura actual. Pero la verdad, me chupa un huevo.Es lo que siento. No lo siento por calentura, por haber salido derrotado en una elección legislativa, ni por no bancarme que un opositor a mi candidato se lleve las fotos y los aplausos. Siempre lo sostuve, aún en los momentos de primavera del gobierno. Soy coherente con mis ideas, pero creo oportuno este día para exponerlas en el blog.Lo de ayer fue gravísimo. No me conforma saber que el modelo sigue siendo ratificado en todo el país. Tampoco me basta con tener la conciencia tranquila de que yo no fui verdugo del futuro de esta patria. Sostengo que todo esto es secundario, por más que políticamente sea el núcleo del asunto. Yo no creo en la democracia que tenemos.No creo. Y no me la banco. Los sueños de libertad con los que comulgo, la justicia social, la igualdad, son imposibles con este sistema político. Son imposibles desde el momento en que son pocos los que mueven los hilos, los que marcan la cancha, los que imponen las reglas. Ellos eligen los gobiernos, los "ciudadanos" solo los ratifican sufragando. Saben de antemano quien tiene que ganar, y el plan de gobierno que llevará a cabo. Cuando se les escapa un tiro por la culata, recurren a su más firme convicción: el golpismo. Mueven medios, masas, plataformas y discursos para reestablecer el orden; su orden.Eso están haciendo desde que el gobierno decidió distribuir porciones que antes no se tocaban. Cualquier método es válido para recuperar el terreno perdido. Cuando Kirchner dice “vienen por todo” no hace más que denunciar el ánimo destituyente que padecemos. No es lógico, de otro modo, que el mejor presidente de los últimos 50 años sea demonizado del modo en que las corporaciones lo han hecho. El poder económico ha logrado avanzar. Lo de De Narváez no es casual. Que no nos mientan, no es “el juego de la democracia”, es el juego de SU democracia. La que quieren ellos. Por eso ganó un packashing, un producto. No hay otra explicación coherente de que la primera fuerza en Buenos Aires sea de un candidato sin ideas, sin plataforma, sin proyectos, sin capacidad de gestión pública, multimillonario, con un pasado nefasto, y sin identidad política. Pero el triunfo del pro no se personifica, fue Francisco como pudo haber sido Videla, Pando, la caja vengadora, o la misma Susana Giménez. Ganó la derecha cipaya y vende patria, y nos hacen creer que ganó un cambio hacia la república. La misma república que en el ’55 le devolvieron a unos pocos, y que desde el ’76 le han entregado al imperio. Hoy hablan de moral, de república, de democracia, de voluntad popular. Hijos de puta, fueron históricamente los primeros en violarla. No existe la democracia libre y plena en un sistema en que el poder es manejado por las corporaciones. Es un concepto abstracto el de democracia, es un invento del régimen para negarle al pueblo sus derechos, para hacerlo responsable de su condición de oprimido. El pueblo no conoce la democracia, porque no conoce la libertad. Lo que digo no lo afirmo desde la racionalidad, lo afirmo desde el odio. No puedo ser “tolerante” ni “moderado” porque es lo que ellos pretenden de mí para manejarme. Aunque no la asuman, ratificando incesantemente tratados de derechos humanos, cívicos y políticos, la violencia es solo de ellos, jamás del pueblo, ya que este ha emancipado y ha adquirido el rótulo de “sociedad”. No quiero ser un ciudadano entonces. No quiero estar alineado en su proyecto de país, ni ser el socio menor de la burguesía. el pueblo debe ser libre, y para eso debe terminar con ellos, y democratizar el poder económico. Solo así alcanzará la democracia justa, plena, y libre. También hay que hacer autocrítica. No lo dudo, pero dejémoslo para más adelante. Escrito por: John Sunday

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