ESPACIOS VERDES EN HERMOSILLO EN LUGAR DE PANTEONES ECOLÓGICOS

Espacios verdes en Hermosillo en lugar de panteones ecológicos 
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Por Víctor M. Estupiñán Munguía*
“El mundo natural es la comunidad sagrada más grande a la que pertenecemos. Dañar esta
comunidad es disminuir nuestra propia humanidad.”
Thomas Berry
Los mares, océanos, el agua fue nuestra placenta. Allí se fecundó el ovulo y el espermatozoi-
de cósmico. Su cita era impostergable. La vida debía nacer de las propias entrañas y sangre
de la naturaleza. ¿De quién más?  De allí salimos como  esencia primigenia unicelularmente;
pero nuestra Madre Tierra nos recogió y alimentó amorosamente como su cigoto sagrado. 
A los políticos gerentistas, contra natura, se les olvida que antes que nada somos naturaleza.
Somos agua, oxígeno,  carbono, hierro, calcio, fósforo, etc. Somos ni más ni menos que la
tabla periódica de nuestra Madre Naturaleza. 
Ese es su y nuestro ADN.  Somos sus verdaderos hijos. No es metáfora. Es una literalidad
sagrada. Una revelación cósmica, un parentesco profundo. Un verdadero orgullo cósmico. 
Nuestro cuerpo está compuesto exactamente de lo que nuestra Madre Naturaleza nos ha pro-
porcionado de su cuerpo de Tierra y, de su cuerpo de Agua y demás elementos esenciales de
vida. Y aun así no logramos comprender, no logramos clarificarnos ni siquiera mediante los
sentimientos esta conexión sagrada con que estamos unidos.
¿Es con el ecocidio que le estamos pagando? Sin lugar a dudas es un matricidio. 
Muchos gobiernos, políticos y funcionarios  desgraciadamente se interesan más en la
“economía de la tierra”, en la financiarización ecológica. Es decir, en la economía sobre
la naturaleza y los espacios verdes para reconvertirlos en verdaderos “Panteones Ecológi-
cos”
Se prefiere impulsar gigantes Centros de Convenciones con grandes estacionamientos,
centros comerciales y cines, entre más expresiones privados  del “desarrollo” capitalista, que
en la salud de sus pueblos y comunidades.
El modelo y filosofía del sistema capitalista-neoliberal definitivamente es enemiga de la natura
leza y, por lo tanto, del bien común, de la humanidad. Ese modelo no es sostenible ni humanis-
ta. Es desbastador, es barbarie en su máxima expresión. Se ha convertido en cuchillo de nues
tra propia carne, de nuestra propia humanidad, de nuestra Madre Tierra.
La despersonalización, el negocio, la ambición por el mundo material, el neoliberalismo ha veni
do entregando machetes con que desangrar a nuestra Madre Naturaleza.  El hombre, sobre
todo los políticos corruptos han perdido la conectividad sagrada con la Madre Suprema. 
La han estado vendiendo por un plato de lentejas. Han roto a mordidas el sagrado cordón
umbilical. Lo han devorado bajo la ansiedad materialista sin límites. Están vendiendo a su pro-
pia madre obligándola  a prostituirse. A corromperse bajo toneladas de cemento, de estacio-
namientos o  fraccionamientos para la élite. Han estado haciendo negocios sucios con ella y,
pretenden seguir haciéndolo mientras que no se opongan los hijos con conciencia natural y
legítima.
Es muy conocida la postura pasada del Cabildo, síndico y alcaldesa de Hermosillo que obstina
damente y, valiéndose de la pandemia y por ser día sábado, implementaron un “madruguete”
al más estilo de los gobiernos hegemónicos del pasado. 
Lo agravante es que se involucraron militantes  de MORENA, siendo que este partido cuenta
con un programa y una postura muy clara en la Declaración de Principios, Programa y Estatu-
tos del mismo partido. Sin embargo, los intereses desarrollistas y sus formas de hacer sucum-
bir las conciencias, son de las más perversas. Como dice el refrán: “piensa mal y acertarás”.
Si no se hubiera dado la denuncia, organización y movilización de la sociedad civil, conformada
por las ligas deportivas, grupos ecologistas, intelectuales, ambientalistas, maestros y progre--
sistas;   para que interviniera el Presidente de la república, los promotores de los panteones
ecológicos ya estuvieran  sepultando la Unidad Deportiva de la sauceda y el Cárcamo.    
Estos promotores de panteones ecológicos en Hermosillo Sonora, deben pedirle perdón a
nuestra Madre Tierra y apoyar incondicionalmente la proliferación de los espacios verdes.
Los hermosillenses los necesitamos más que nunca. El Proyecto del Corredor Ecológico,
debemos de hacerlo realidad cuanto antes. 
Debemos estar vistiendo constantemente a nuestra progenitora divina con ropa verde.
Su uniforme primigenio, de gala. Que no le falte la vestimenta de espacios verdes a la divina
expresión femenina. Por aquello de que: 
“Siempre he considerado la naturaleza como la ropa de Dios”
Ian Hovhaness Ch.
Que así sea…Amén.
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*Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de
emociones, arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de
estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en
transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido
a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo, amigo del
“Río Sonora”, polemista dialéctico, ideólogo y promotor del pensamiento crítico y cultural,
víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la
Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional
de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx




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