PROSA APRISA





Prosa aprisa
¿Utilizarán ahora a Duarte contra Yunes?
Arturo Reyes Isidoro
La comparecencia de Javier Duarte el martes ante un tribunal guatemalteco es como para que las autoridades judiciales veracruzanas y mexicanas en general se mueran de vergüenza.
Una vez más, porque no fue la primera ocasión en que ocurrió, los mexicanos vimos en vivo, en directo y a todo color la verdadera transparencia con la que debe actuar una autoridad, cualquier autoridad.
¿Alguna vez en nuestro país y en nuestro Estado hemos visto que una audiencia donde comparezca un pillo político relevante sea abierta a la prensa y se pueda transmitir en tiempo real, donde escuchemos todo lo que se dice?
¿Por qué allá sí y acá no? Por una simple y sencilla razón: por la corrupción  y la impunidad que imperan en nuestro sistema político y judicial.
En México es el gobierno mismo el que trata de encubrir al delincuente de cuello blanco, porque es uno de los suyos, y evita a toda costa que la sociedad se entere de los detalles de una investigación, de una comparecencia, de un proceso.
Con el añadido de que muchas veces la propia autoridad judicial se vende y negocia con el acusado su impunidad, o trafica una leve sentencia a cambio de un jugoso dividendo. Normalmente el político pillo termina en libertad y gozando de todo lo que ha robado.
¿Lo están protegiendo ya?
Yo, como Santo Tomás, hasta no ver no creer. Duarte ya está preso, pero ¿y? Dentro de cuatro meses hará un año que dejó el gobierno de Veracruz y hasta ahora no lo han declarado culpable de algo, menos sentenciado y, peor, no ha devuelto ni un quinto de lo que presuntamente se robó.
Hasta ahora, salvo por su detención que operó el Gobierno Federal con ayuda de la Interpol, está dejando muy mal parado al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien como otra oferta más de campaña ofreció a los veracruzanos que lo encarcelaría y haría a que devolviera todo lo presuntamente robado. A como van las cosas, todo indica que se acabarán sus dos años de gobierno y el gordo y barbón no soltará ni siquiera un suspiro.
Si Miguel Ángel no logra arrancarle ni media moneda en los 18 meses que le restan como gobernador (si Duarte traba su extradición por los delitos federales que le imputan puede tardar hasta un año, 12 meses, para que llegue a una cárcel mexicana), ya me imagino el pitorreo del que lo hará objeto el hoy preso en Guatemala.
Deja mucho qué pensar la actitud que Javier mostró el martes. La confianza y seguridad que se le vio, su actitud retadora, agresiva y hasta de descalificación para su sucesor no es la de alguien que se sienta derrotado o que no tenga la seguridad de que goza ya de alguna protección, que bien podría ser la del Gobierno Federal, de quién más.
¿Lo están protegiendo ya y lo van a rescatar luego de que sirvió para taparle el ojo al macho de que el gobierno de Peña Nieto combate a la corrupción, lo que ayudó al PRI a ganar la elección del Estado de México? ¿O para que no hable y diga todo lo que sabe y, él sí, haga cimbrar a todo el sistema político priista?
Cabe la sospecha porque inexplicablemente el Gobierno Federal no sólo dejó escapar a su esposa Karime Macías sino que incluso la ayudó para que se fugara hacia Europa junto con toda su familia, cuando hay señalamientos contra todos ellos que, por lo que vimos, no quisieron que se investigaran.
¿Lo va a utilizar ahora el propio Gobierno Federal priista para combatir a Yunes Linares de cara a la elección de 2018, para tratar de que no repita en la administración en la persona de su hijo y de paso regrese el PRI al Palacio de Gobierno?
Peña Nieto se debe de haber engallado luego de que derrotó a Andrés Manuel López Obrador en el Estado de México y ha de sentirse seguro de que no sólo puede retener para su partido la presidencia de la república sino incluso rescatar estados tan importantes, claves, como Veracruz.
Boletín político para un problema judicial
Me llamó la atención el boletín de prensa de la comparecencia el martes. Tratándose de un caso judicial, su contenido fue totalmente político, con abierta alusión al 2018 y en contra del gobernador Yunes Linares y su hijo Miguel Ángel a quien buscará imponer para que lo suceda. El documento llegó a toda la prensa tanto de la Ciudad de México como a la más destacada de Veracruz.
¿Alguien del Gobierno Federal o del PRI nacional le dio cuerda a Duarte o le envió ya hecho el boletín de prensa para que desde su encierro abriera fuego ya contra el gobernador como preludio a una guerra mediática y de descalificaciones con miras a arrebatarle la gubernatura?
¿Le van a activar al inquilino del Palacio de Gobierno la acusación que el propio Duarte hizo en su contra en la PGR y por eso le recordó “la cantidad de ilícitos que ha cometido”, que “sus acciones lo delatan” y que “deberá enfrentar más temprano que tarde sus ilegales acciones de enriquecimiento descarado”?
¿Le dieron alguna indicación para que continuara ayer con el golpeteo contra Yunes Linares al recordarle que, según un boletín de prensa que envió él mismo, en 2012 le prestó un helicóptero Bell 430 matrícula XC-XAL propiedad del Gobierno para que viajara al norte del Estado “ya que tenía una urgencia que atender” y que de ello tiene en su poder la bitácora de vuelo?
¿Lo mismo que su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, “quien realizó dos vuelos” el 2 de febrero de 2012, el primero en el helicóptero matrícula XC-GEV, de Álamo al aeropuerto de Veracruz, y el segundo en el avión Learjeat 40 matrícula XC-TJN, ambos propiedad del Gobierno del Estado, del aeropuerto de Veracruz al de Toluca, cuyas “copias de las bitácoras también obran en mi poder, así como el archivo fotográfico de los vuelos”?
¿Cómo un hombre en prisión tiene tantas facilidades para estar haciendo ruido mediático y estar sacando ahora testimonios de los que dice tener pruebas cuando se supone que está recluido y aislado en el tambo?
Ayer se mostró de nuevo hasta altanero: “Yunes sé que soy muy importante para tí, pero te doy un consejo gratis: deja de pensar en mí y ponte a trabajar que no haz hecho nada y tienes a Veracruz peor que nunca”.

Creo que Duarte ya no tiene nada que perder y lo van a utilizar de kamikaze si es preciso. ¿Le ofrecieron impunidad a cambio y por eso su sonrisa? ¿Cómo tomar ese desplante de incluso, siendo un prisionero, pasar a despedirse con un apretón de manos, con mucha seguridad, de los funcionarios judiciales guatemaltecos que lo interrogaron? ¿Acaso negociaron todo tipo de consideraciones para él?
Es cierto, la comparecencia dejó más dudas que certezas. El paso de los días las irá desvelando, pero algo no huele bien. Ya empezó el ruido, la guerra mediática de 2018 y del dinero, de nuestro dinero que anda bailando, nada. Conforme pase el tiempo será más difícil rescatar, recuperar algo, lo que sea. Acaso será imposible. Mientras, Veracruz está en la quiebra total, con graves problemas de inseguridad y de desempleo, de falta de obras y de expectativas de recuperación.
Duarte trambucará a quien sea

Otra cosa que dejó clara Duarte fue que buscará salvarse y que se llevará entre las patas a quien sea. Ante la acusación de que depositó 220 millones de pesos de una cuenta a otra del Gobierno del Estado, dijo que no sólo no hubo “extracción” (robo) de dinero sino que además él no firmó nada. “Para ello existen los secretarios que… son responsables de cada una de sus secretarías”. ¡Zas! A ver quién de sus excolaboradores duerme ahora tranquilo.

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