SERGIO PEREGRINA Y GATO GATUNO

SERGIO PEREGRINO CORONA Y GATO GATUNO

Arte prehispánico necesario en esta era

El Dragón Rojo prepara sus bodas de plata

Hay vestigios de títeres en los pueblos huastecos

Jornada Huasteca

Livia Díaz

Tantoyuca, Ver.-

Los sueños y las ganas de realizarlos, se vuelven una forma de vivir para quienes se emplean de cuerpo y alma a ellos.

Así Sergio Peregrina Corona, desde que vio a los muñequitos articulados en el Bosque de Chapultepec, los ha seguido con los ojos y el alma.

Cuenta el titiritero, que se le metieron por los ojos en aquéllas funciones. El citadino, con su hermana Esther y su hermano Gustavo, convocó a hacer de esto una compañía.

Primero empezaron con los chavitos de la cuadra, y después en la colonia y ahora, en el estado de Veracruz.

Muchos años pasaron, sumando más de tres mil funciones, y quieren hacer más.

Pero muchos como ellos hicieron estos juguetes articulados para deleite de otros, articulados y tallados, en piedra, madera y con barro, en los pueblos totonaco y huasteco desde hace siglos.

Hay algunos que además dejaron huella de escenificaciones de uso de máscaras y de disfraces.

Para Sergio éstos títeres, aquéllos y los del porvenir, son esenciales y hacen falta muchos y más títeres, y más funciones.

Porque más títeres irán por el mundo hablando de los humanos y sus valores, de las fábulas que hacen los diálogos entre animales que reflexionan sobre los actos de ellos.

Además de que hacen reír con su aguda consciencia, es como llegar y conocer su pensamiento, tan claro, tan movido...

En el títere, la vida transcurre a dos tiempos, la del personaje, la del personaje en la persona que lo escenifica.

Sergio piensa que los niños deberían de tener cuentos todos los días para dormir o despertar o para pasar la tarde, esos niños serán más felices y su espíritu más rico y sabio.

Pregunta.- ¿Crees en los derechos de los niños y las niñas a escuchar cuentos?

Sergio.- Los derechos de los niños no existen si los padres o tutores no los conocen pues no pueden aplicarlos sin conocerlos, la ignorancia de las leyes lleva a coartar la felicidad de ver representado un cuento o de haber escuchado un cuento de su madre o padre o hermano mayor, si ese acto se produce, el niño quedará durante su vida como un buscador de cuentos y un posible soñador del bien y la justicia, la imaginación en activo de un niño, le ayuda a ver el mundo de mejor manera sabiéndolo además mágico y misterioso, como en verdad lo es.

LOS TÍTERES SALÍAN DEL COSTAL

Hablando de la huasteca, Peregrina Corona dice, es interesante saber que nuestros ancestros conocían a los títeres aunque no se llamaban así, pero existieron desde entonces y claro también los titiriteros que se llamaban Teokikixtli, que significa, el que hace saltar a los dioses, que por cierto los carga en un morral de donde los sacaba ya enfundados pues eran títeres de guante.

Esto fue, sigue diciendo, en muchas ciudades estado importantes. Los teokikistlis eran artistas que se movían de fiesta en fiesta o plaza en plaza como también se dice, en una costali y ya de fibra de maguey muy suave y un morral con comida adecuada, caminaban de lugar en lugar, los contrataban los organizadores de un ritual o como parte de los atractivos de un tianguis o dando funciones en casa de particulares de la clase dominante, sean gente de consejo, guerreros, príncipes y comerciantes poderosos contrataban sus servicios para diversión de sus fiestas.

PREGUNTA- ¿Eran dioses o animalitos?

SERGIO.- Fíjate que existe un documento, inequívoco de cómo eran, había Dioses animales y humanos, está en Bilbao, Guatemala, es una pequeña zona arqueológica pero ahí en una enorme roca estaban gravadas muchas imágenes y entre todas había un Teokikistli, pero maya pues esa zona era maya.

Además de enseñar a otros, este arte, el titiritero, va a la universidad a dar talleres, Peregrina Corona piensa que él es literario y titiritero; soñador y creador de sueños, quien vive como aquéllos indígenas de los pueblos originarios, en los que se participaba con los títeres en las fiestas o rituales, o tianguis, que los contrataban para este trabajo.

Él piensa que seguirá haciendo esto, pero también dar y de recibir amor, viajar, conocer, ver a las estrellas, a su querida esposa, a su hijo, a sus sueños y escribir, para realizar, y realizar para cumplir este sueño.

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