GOBIERNO AUSENTE O INUTIL

¿Gobierno ausente o inútil? Voy a referirme a la imagen patética y de caricatura que ofrece el gobierno federal, más bien el desgobierno de Calderón; una opinión paralela sobre el gobierno del estado vendrá después. En un escenario de desempleo brutal, con un incremento desproporcionado en la carestía de la vida, con territorios perdidos o cedidos al narcotráfico, con miles de muertes violentas y con una parálisis, a la vez que mayor inutilidad, de la clase política las interrogantes son: ¿Qué gobierna, qué poder tiene y qué preside Calderón?. Las respuestas son obvias ante el desastre económico, político y social en que se encuentra nuestro país. Al problema de raíz que tiene Calderón, que es su ilegitimidad, hay que agregarle un (des) gobierno repetitivo e ineficaz. El “chaparrito de lentes” solo se coordina con sus amigos, la prueba más reciente es la imposición del nuevo administrador del PAN, partido que reprodujo, corregido y aumentado, todos los vicios y perversiones heredadas del PRI. El gobierno federal depende de las inercias de su aparato administrativo y del presupuesto público. En muchos casos con o sin él las cosas para el país serían prácticamente iguales. Tomemos algunos ejemplos para ilustrar el grado de ausencia o inutilidad de Calderón: El IMSS, la tragedia de Hermosillo sacó a relucir el grado de burocratismo e irresponsabilidad en ese instituto, a la vez que los “enjuagues” políticos y empresariales en el negocio de “embodegar” niños, como correctamente lo expresó Miguel Ángel Granados Chapa; PEMEX, es de azotarse de impotencia ver como lo saquean bandas organizadas de “chupaductos”, en complicidad con funcionarios de esa empresa, y escuchar a la Secretaria de Energía decir que prácticamente no pueden hacer nada; ADUANAS, nadie duda de la incapacidad absoluta del gobierno federal para evitar que entren productos ilegales y nocivos por las que deberían ser barreras al contrabando y a las drogas; SEP, actividad esencial del país cedido a una especie de mafia sindical que expande su poder político y económico a costillas de la niñez y la juventud mexicanas. Con esta pequeña muestra uno puede seguir preguntando qué gobierna Calderón. Lo de PEMEX es un drama, de escándalo y vergüenza nacional. Le roban por todos lados, a la luz del día, de adentro y de afuera, mientras su director se esmera en producir discursos políticamente correctos y en hacer como que dirige. Fracasó la reforma energética, esa que hasta el PRD festejó sin rubor, como lo podemos ver en la telenovela o película cómica, según los gustos, en que se ha convertido el destino final de la nueva refinería, la cual, si bien le va, iniciaría funciones después de que Calderón deje la sillota presidencial. En México mandan los poderes fácticos de todo tipo, ellos deciden quién gobierna, qué comemos, en qué pensamos, con qué nos divertimos, en qué creemos, cuándo estamos tranquilos, cuándo tenemos miedo, qué celebramos, qué sabemos, de qué nos informamos, qué es bueno y qué es malo, etcétera. Ante un estado nacional tan escuálido, un gobierno ausente o inútil y un presidente ilegitimo, lo normal es que los poderes fácticos, con el dúopolio televisivo a la cabeza, ya no quieran intermediarios en el poder político, sino que se preparan para tomarlo directamente en sus manos a través de Peña Nieto. No puedo dejar de inscribir en la tragedia nacional el drama del PRD, partido extraviado en sus ambiciones y todo tipo de confusiones ideológicas. Recadito: Del 10 de agosto al 20 de diciembre de este año festejaremos el vigésimo aniversario del MOPI. Este premio a las convicciones, al trabajo y a los ideales bien vale una celebración, con brindis, abrazos y todo. Xalapa-Equez., Ver., a 07 de agosto de 2009 Uriel Flores Aguayo www.urielflores.org.mx

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