DÉCIMA CARTA EN TIEMPO, A UN AMOR FURTIVO

03 de julio 2017

Amor:

Hoy la cabaña, permanece en silencio, no hablan las paredes y desfallecen de amor, haces falta, hace falta tu voz, el humo de tus cigarrillos y tus palabras, anoche la lluvia me reclamó tu ausencia, pero...¿ Qué puedo hacer para hacerte feliz? ¿ Quizá dejarte en el camino? ¿ Obligarme a olvidarte? ¿ Soltar de nuevo en mi vida las amarras y levar anclas?  ¡¡ Qué hacer cuando mi mente nublada por tu ausencia me impide pensar con claridad!!  Estoy sola, la cabaña parece no tener el alma que le dan los amantes, ese toque mágico y místico que viste y hace hablar a los objetos o cosas.

Acaricio el lecho vacío y logro verte sentado en la estancia, echo a andar la grabadora y la melodía " Me pasé de la cuenta" surge como si adivinara mi pensamiento: "pero contigo yo no sé, 

creo que al fin yo me pasé, amar así como te amé, me pasé de la cuenta"

La voz perfecta de la tormenta de anoche, despertó mi verso ¿Que soy apasionada? ¡¡Sí!!  , pero como expresó José Martí, "Los apasionados somos los primogénitos del mundo"

Salgo , la lluvia me empapa y se mezcla con mis lágrimas,  observo la cabaña opaca y casi sin vida ¿ Soy yo,  acaso en mi reflejo? ¿ Es que ya me olvidaste?

La energía eléctrica se fue, entro casi a tientas, guiada por la luz de los relámpagos y a la luz de las velas escribo:

MELODÍA SIN NOTA

Voy a buscar la forma de borrar tu recuerdo de mis horas

Aunque siga viviendo con nostalgia aquellos  tiempos idos...

¡ Aquellos tiempos!

No alcanzó la nota prófuga a formar la melodía, canción inexistente

que mi alma angustiada te pedía,

trino y ruego  del ruiseñor nocturno, 

con nido destruido
donde se engendrara el verbo amar.

En el pentagrama pagano de mis dedos, la melodía sin nota

se transformó en terciopelo y llanto, 

tembló mi piel, con aquella sutileza del recuerdo de tu beso, la suavidad de mis labios

absorbiendo el salado sabor de

tu cansado cuerpo.

Estaba por concluir la melodía forjada

en el teclado mágico de nuestro ensueño...

y tal como en las noches de tormenta

escucho pisadas rápidas, correr y perderse en la esquina desierta...

Me cubriré de tierra y flores

simulando mi muerte

pues solo cuando alguien fallece

se descubren los verdaderos amores. 

Quisiera cerciorarme si es que lloras poco, 
 es que me amaste poco.

Poseo el don de llorar 

mi roca respondió al toque de la vara de Moisés en el desierto,

 mi cuerpo está cubierto de ojos de agua

que al menor movimiento se derrama.

Llorar,  ¡Qué fácil es llorar!

lo difícil es, interpretar  la lágrima

darle un nombre al llanto

que te mata,

cuando es  tan solo,   la  lluvia lúbrica del alma.

Ansiaba que tu fuerte raíz

se afianzara en mis muros

cubriéndome con la espesura de tu follaje

te lo dije alguna vez

" No trasciende quien posee tan solo el cuerpo, sino quien hace suyo, tu sentimiento"

Necesitaba para beber, el néctar de tus luceros

tus noches de plenilunio

y tus ardientes momentos,

tus aguas alumbradas en mis senos

quizá tu amor, alguna promesa y tus anhelos...

Adios, adios...  jamás me prometiste nada, 

aún así,  mi ser entero te esperaba,

fuiste un albur

¿ Tu amor?  ¡ Una charada!

Nunca pude descifrar  tu alma.

Te dice adiós, ésta piel enceguecida

la que estuvo impregnada del excelso aroma de tu cuerpo,

Como serpiente me deshago de tu piel

con el roce inolvidable de tus besos...

Me he quedado junto a la ventana de esa  cabaña cerca de la laguna, el sueño me vence, alguno que otro relámpago sucede, como suceda que vuelva él, o la lluvia,  o la tempestuosa pasión que habita en su cuerpo.

Intensamente suya y para siempre

Charito.